1. Ten claro el temario:
Puede ser que haya material que no entre en el examen, o que sea repetido y su estudio no sea necesario. Por el contrario, puede haber contenido que creamos prescindible y que realmente sea importante. Para comenzar a estudiar, debes tener claro qué partes del temario entrarán en el examen.
2. Calendariza el contenido:
Una vez tengas claro todo el temario del que te van a evaluar, es hora de ponerte fechas objetivo. Lo más recomendable es ser realistas y contar con últimos repasos o retrasos por imprevistos para aprobar Selectividad o cualquier otra prueba. Una vez tengas los objetivos establecidos, es importante cumplir con ellos, aunque puedas permitirte algún retraso.
3. Organiza tu entorno de estudio:
Algo de gran importancia es el lugar donde estudiamos. Hábitos como estudiar en la cama, con distracciones como la televisión o el móvil, hacen que nuestra concentración baje.
Es importante estudiar en un entorno cuidado donde nuestros libros y apuntes están organizados y a nuestro alcance. La silla deberá ser cómoda y la postura correcta. Tanto iluminación como temperatura deben ser adecuadas.
Para evitar distracciones, el móvil debe estar lejos de tu alcance, y las redes sociales silenciadas (Instagram no nos ayudará a aprobar Selectividad). En caso de estudiar con música, no debería ser una música conocida y/o estruendosa, si no una música que nos facilite la concentración.
4. Ponte horarios:
Márcate unos horarios en los que puedas compatibilizar tu estudio con tus otros quehaceres, como trabajo o vida social. Recuerda que es difícil mantener la concentración más de una hora, por lo que es conveniente realizar pequeños descansos cada hora.
Todos tenemos un momento del día favorito, sin embargo, la noche no es el mejor momento. El descanso nocturno, es decir, dormir bien, es lo que nos ayuda a asimilar todo el aprendizaje del material que estudiamos, así que evita estudiar por la noche.
5. Tips de estudio:
Una vez tengas todo el ritual previo claro, es hora de comenzar con el plato principal y empezar a estudiar para alcanzar nuestro objetivo de aprobar Selectividad. Para ello, existen diferentes momentos en el estudio y diferentes técnicas que te pueden ayudar.
Date un tiempo para realizar una primera lectura de todo el contenido para hacerte una estructura mental de todo el temario. Te comenzarán a sonar conceptos, sabrás a qué atenerte en el siguiente tema, cuánto te queda por estudiar.
Después de este primer repaso, es hora de comenzar a estudiar en profundidad. Para ayudarnos, existen diferentes técnicas de las que podemos hacer uso:
Subrayado: De las más conocidas. Se trata de marcar con un color las partes más importantes del texto. En contra de la creencia popular, un color chillón hace que nos distraigamos más, en vez de concentrarnos en el texto.
Toma apuntes: Escribe sobre lo que estás leyendo, y hazte tus propios resúmenes. De esta manera, no solo tendrás el texto a estudiar resumido, sino que escribirlo a papel y bolígrafo te ayudará a asimilar el contenido.
Esquemas: Hay personas a las que ver el contenido esquematizado les ayuda a crearse una imagen global de todo el contenido y les ayuda a fomentar su aprendizaje. Es importante que estos esquemas los realices tú mismo, para entender el contenido y reflejarlo en un esquema propio.
Fichas: Consiste en poner un concepto en un lado de la ficha y en el reverso el desarrollo de este. Este último sólo se mirará para comprobar si hemos acertado o fallado. Si el resultado es este último, habría que volver a leer la explicación para anclar el concepto a nuestra mente.
Reglas mnemotécnicas: Todos hemos oído hablar alguna vez de estas reglas. Consiste en unir un concepto objeto de estudio, con un concepto más cercano o familiar, de manera que cuando pienses en el concepto fácil, te venga a la mente el material de estudio que quizás te costaría más aprender por otros medios.
Ejercicios: Hay ocasiones en las que memorizar y entender no es la mejor estrategia para aprenderse un temario. En temarios prácticos, como matemáticas o física, la mejor forma de asimilar los contenidos es realizando ejercicios y casos prácticos que nos ayudarán a entenderlo
Enseñar: Dicen que la mejor manera de aprender es enseñar, ya que tienes que asimilar y organizar conceptos para después explicarlos de manera sencilla. Además, las preguntas que te hagan te ayudarán a mejorar el conocimiento del temario. No dudes en pedir ayuda a familiares y amigos y explicarles el temario.
Evalúate: Realizar test y exámenes de prueba te ayudará, no solo a aprender y repasar el contenido, si no a hacerte una idea y visualizar cómo sería el examen o qué contenido te pueden preguntar.
Imágenes y dibujos: Es poco habitual, pero muchas personas asimilan el contenido haciendo dibujos sobre el temario, que además luego servirá como material de estudio.
Días antes del examen: Con estas estrategias, unos días antes del examen ya deberías haber estudiado el temario en profundidad. Por lo que lo mejor es dedicar estos días a distintos objetivos:
6. Repasa:
Los días previos al examen no están para estudiar en profundidad, ya que eso lo habremos hecho mucho antes. Estos días sirven para realizar un último repaso y centrarnos en los conceptos que más difíciles no son de asimilar y que nos suponen un mayor reto a la hora de prepararnos para aprobar Selectividad.
7. Prepárate para el examen:
¿Dónde es mi examen? ¿Cómo voy a ir? ¿Necesito material? Ten claro todo lo que necesitas para aprobar Selectividad y prepáralo unos días antes para evitar imprevistos. Ten siempre presente que la tecnología puede fallar y que los bolígrafos se pueden quedar sin tinta, por lo que es importante revisar todo el material que te vayas a llevar.
Por otra parte, es fundamental que NUNCA LLEGUES TARDE a un examen. Ten claro qué medio de transporte vas a usar y calcula el tiempo para llegar siempre con suficiente antelación por si te encuentras con algún imprevisto.
8. Visualiza:
Estos métodos son efectivos para poder enfrentarte a los nervios previos al examen. Recuerda que lo desconocido es, a veces, lo que más nervios nos genera.
Días antes del examen prueba a visualizar todos los aspectos relativos: ¿Dónde va a ser? ¿Cómo será el procedimiento? ¿Has visto exámenes parecidos? Si tienes la oportunidad, visita el centro de exámenes donde vas a realizar tu prueba para saber en qué terreno te vas a mover.
9. Descansa el cerebro:
Siempre se ha pensado que el día de antes del examen hay que aprovechar al máximo, pero eso no te garantizará que vayas a aprobar Selectividad.
Además, siguiendo las pautas anteriores, irás más que preparado para afrontar el examen con resultado positivo, por lo que reserva el último día para descansar la mente del temario. Ponte tu película favorita, lee un libro o haz deporte, pero despeja la mente para enfrentarte de la mejor manera a la dura prueba que tendrás al día siguiente.
En el examen: Ya ha llegado el día esperado, ya estás en tu sitio y tienes delante la prueba que decidirá tu futuro. ¡Que no cunda el pánico! Para este momento nos hemos preparado, la grandísima mayoría de los estudiantes consiguen aprobar Selectividad a la primera y, además, siguiendo estos consejos lo podrás afrontar de la mejor manera.
10. Respira:
El primer impulso es empezar a completar todo lo antes posible, se nos apelotonan las ideas y el temario, y nos invaden distintas sensaciones, tanto buenas como malas. Si esto ocurre, respira diez veces, date un momento para ordenar tus pensamientos y una vez termines, comienza a responder.
11. Lee las preguntas:
Haz una primera lectura superficial de todas las preguntas, de esta manera sabes a qué te estás enfrentando y por qué parte del examen nos conviene empezar. Sabrás qué preguntas te suponen más o menos esfuerzo.
12. Gestiona el tiempo:
Una vez tengas claras todas las preguntas, decide por dónde vas a empezar. Debes comenzar por las preguntas que más fáciles te resulten, así te las quitarás de encima rápido para invertir el resto del tiempo en las preguntas que sean difíciles y en las que irás más lento.
13. Ordena tus conocimientos:
Como hemos dicho antes, muchas veces los conocimientos se mezclan. Intenta centrarte en la pregunta actual, y no ir saltando de pregunta en pregunta, ya que de esta manera se desorganizarán y mezclarán distintas respuestas.
14. Repasa en los últimos momentos:
En el caso de que te sobre tiempo, aprovecha para repasar todas las preguntas, buscar faltas de ortografía y/o ver otros errores que puedan penalizar más. Incluso puedes añadir información que te pueda subir nota, en el caso de que estés seguro.
En los exámenes tipo test, el patrón es un poco diferente. En la mayoría, los errores penalizan, por lo que contesta primero las respuestas que tengas claras y luego dedica el resto del tiempo a pensar las respuestas que no.
A pesar de que los errores no penalicen, no es recomendable contestar las preguntas que no sepamos con seguridad. Si no nos quedara más remedio, es importante tener en cuenta que la primera respuesta que creamos que es la correcta, suele ser, efectivamente, la correcta.
Después del examen: Una vez superada la prueba, el consejo más lógico, pero a la vez el más difícil:
15. Mira hacia delante:
Es muy frecuente que, una vez finalices el examen, le des vueltas a la cabeza: “Tendría que haber estudiado más”, “Tendría que haber puesto otra respuesta”, “Creo que no lo he hecho bien”, ¿Podré aprobar Selectividad?».
Sea como sea, no hay vuelta atrás, por lo que estos pensamientos no nos son nada útiles. Así que céntrate en lo que tengas en el futuro, ya sea un próximo examen o celebrar que has terminado la prueba y, sobre todo, disfruta del tiempo libre.