Edix ha creado una fórmula que permite la creación de cantera de perfiles junior digitales y tecnológicos que necesita cada empresa, y de los que hay una gran escasez en el mercado
El dato invita a una reflexión profunda: en España el 30% de los menores de 25 años están en situación de desempleo. Y sin embargo, esa circunstancia no está relacionada con la falta de estudios. Más bien al contrario: están sobrecualificados. Se trata de universitarios o jóvenes que han cursado una FP superior. Una circunstancia que lleva directamente a hacerse toda una serie de preguntas. ¿Cuál es el porqué de esta dicotomía? ¿Qué está ocurriendo para que las empresas no vean en estos jóvenes el caladero de talento que necesitan a pesar de tener vacantes sin cubrir?
Las respuestas son muchas y muy variadas, pero entre los diagnósticos más revolucionarios que se están poniendo sobre la mesa para darle solución a esta problemática, un concepto se postuló como uno de los más eficaces: el apprenticeship. Un anglicismo que no tiene traducción directa al castellano, pero cuyo significado es perfectamente comprensible para cualquiera: “aprender para trabajar”.
La mecánica del “apprenticeship” es sencilla: se trata de una formación específica con la que poder adquirir, de una manera intensiva o express, las competencias necesarias, para así poder entrar a trabajar en una empresa que busque esos conocimientos concretos.
“El apprenticeship es un modelo de formación de última milla, de formación complementaria a la que tienen los alumnos que vienen de la universidad o de la FP; una formación orientada al aprendizaje práctico del oficio”, explica Juanjo Amorín, CEO de Edix, el Instituto de Expertos Digitales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Sabe de lo que habla: Amorín es emprendedor, educador, innovador, pionero, nativo digital y multilingüe. Lleva desde 1995 desarrollando proyectos en el sector digital en España y Latinoamérica, y tiene como obsesión formar a la mejor generación de Expertos Digitales. El objetivo es doble: por un lado, que consigan un empleo digno de manera rápida; por otro, que las empresas puedan crear su cantera de talento y paliar el colapso digital que sufre nuestro país. De esa forma nació Edix, la escuela de Digital Workers de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
En opinión de Amorín, “los planes de estudio oficiales y reglados tienen que ser meticulosos, porque así garantizamos que las personas se formen en bases educativas y conceptuales robustas, pero esa rigurosidad los hace menos dinámicos y cambiantes a las necesidades de la economía digital. Ahí es donde la formación de última milla tiene sentido, porque es más fácil de adaptarse a las necesidades de las empresas. Por eso decimos que el apprenticeship cubre el histórico “gap” (brecha) de acercar la universidad y la FP a la empresa”, explica.
Empleo garantizado
Edix ha creado una fórmula que permite la creación de cantera de perfiles junior digitales y tecnológicos que necesita cada empresa, y de los que hay una gran escasez en el mercado. Pero, ¿cómo lo hacen? El método es sencillo, pero no por ello menos efectivo: preguntan a las empresas qué talento digital necesitan. Después, buscan a las personas que encajen con su cultura empresarial en el último curso de grados universitarios y de FP, les dan la formación necesaria para cubrir las habilidades digitales que la actividad requiere y cuando completan su formación, se incorporan a la organización. Un innovador sistema que supone una reinvención del concepto de formación para trabajar en España.
Los perfiles tecnológicos y digitales son los más demandados por las empresas. Algunos ejemplos: desarrolladores con especializaciones en DevOps o FullStack, analistas de Data, técnicos en ecommerce, técnicos de publicidad digital, creadores de contenidos digitales, técnicos de social media, CRO, SEO, etc.
“Este modelo de formación de última milla para trabajar, solo funciona con una buena base. Esto es, solo tiene éxito con estudiantes bien preparados. Por eso estamos llevando a cabo los primeros procesos de selección con el alumnado de UNIR, la Universidad en Internet, tanto procedentes de nuestra Formación Profesional como de los Grados Universitarios de las diferentes facultades y escuelas del grupo” , concluye Amorín.