Russula, una empresa con sede en A Coruña, implementó una solución de machine learning para optimizar el control del pH en su planta de procesamiento de aguas. Este proyecto, orientado al sector industrial, buscaba mejorar la eficiencia en la dosificación de sosa cáustica para mantener los niveles de pH dentro de un rango específico, lo cual es fundamental para el funcionamiento y la seguridad de sus sistemas.
La solución tecnológica, desarrollada en colaboración con expertos en inteligencia artificial, incluyó modelos de machine learning que analizan grandes volúmenes de datos en tiempo real. Estos modelos permiten ajustar automáticamente la cantidad de sosa utilizada en el proceso, evitando tanto el desperdicio de productos químicos como el riesgo de daños en el equipo. Al aplicar IA, Russula ha podido extender su oferta de servicios, integrando estas capacidades en sus operaciones diarias, lo cual representa una ventaja competitiva adicional en el sector industrial
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