La puntuación en oposiciones se basa en pruebas, méritos y su ponderación, y se publica una lista de clasificados.
La puntuación y clasificación en los exámenes de oposiciones se basa en varios criterios establecidos por cada convocatoria. Aunque los detalles pueden variar entre oposiciones y comunidades autónomas, el proceso general sigue estos pasos:
-
Calificación de cada prueba: Las pruebas se califican según los criterios definidos en la convocatoria. En general, se asigna un número de puntos a cada prueba (teórica, práctica, psicotécnica, etc.), y se suma el total obtenido.
-
Ponderación: En muchos casos, los exámenes tienen una ponderación diferente según su importancia. Por ejemplo, el examen escrito puede valer más que la prueba oral o de ejercicios prácticos. La ponderación se detalla en la convocatoria y afecta a la nota final.
-
Fase de méritos: Algunos procesos selectivos incluyen una fase de méritos (concurso), en la que se valoran aspectos como experiencia laboral, formación adicional, idiomas, etc. Los méritos suman puntos que se añaden a la puntuación obtenida en las pruebas de examen.
-
Nota de corte: Después de calificar las pruebas, se establece una nota mínima de corte. Los opositores deben superar esta nota para continuar al siguiente paso del proceso o para obtener plaza.
-
Listas de clasificación: Una vez completado el proceso de evaluación, se elaboran listas con los opositores clasificados según su puntuación. Estas listas se publican para que los opositores conozcan su puesto y si han obtenido plaza.
Es fundamental revisar las bases de la convocatoria específica, ya que cada proceso puede tener particularidades (por ejemplo, en algunas oposiciones se hace una valoración única por examen y méritos, mientras que en otras se hacen varias pruebas de corte).