La nueva ley de FP, aprobada: conoce sus claves y retos

La Formación Profesional ya cuenta con la aprobación de la nueva Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, que ha entrado en vigor al publicarse hace unos días en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque se aplicará progresivamente.
 
Aprobada el pasado 23 de marzo de 2022 en su último trámite parlamentario en el senado,  la nueva norma "supone una puerta abierta a empleos de calidad para los jóvenes" y que los trabajadores puedan "contar con el reconocimiento de su experiencia", según ha expresado la ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, a través de un tuit, publicado poco después de su aprobación.
 
La ley plantea unificar la FP educativa con la formación profesional para el empleo en un solo sistema de FP; adecuar la cualificación profesional a las demandas del mercado laboral; así como establecer un sistema de acompañamiento y orientación profesional que acompañe a las personas a tomar decisiones formativas durante toda su vida
 
Asimismo, busca desarrollar un sistema de FP a lo largo de la vida que sea flexible, accesible, acumulable y acreditable, es decir, que permita a las personas certificar oficialmente su experiencia, así como aumentar el porcentaje de jóvenes que eligen esta modalidad de estudio.
 
Diversos informes señalan que la mitad de las ofertas de empleo en España en 2025 será para titulados de ciclos formativos, y, sin embargo, la tasa de matriculación del alumnado de España en la FP es inferior (12%) al de los países de la OCDE (29%) y de la Unión Europea (25%), según datos del INE. No obstante, en los últimos 5 años, en especial en el curso 2021-2022, el porcentaje de alumnado de FP ha aumentado hasta el 19,5%, cifra que sigue siendo menor que la media de la UE.

Los aciertos de la nueva ley de FP, según la comunidad educativa y empresarial

Representantes de centros formativos, asociaciones en torno a la FP, empresas y algunos docentes ven con buenos ojos las oportunidades que conlleva la nueva norma para la ciudadanía. Las fuentes consultadas consideran positivos los siguientes aspectos : :
 

1. La integración de los sistemas de FP educativa y para el empleo

Una de las principales características de la nueva ley es que plantea un sistema integrado de formación profesional, que contempla tanto la FP del sistema educativo como la formación profesional para el empleo (incluidos los certificados de profesionalidad). Así, el nuevo sistema de FP será más flexible y accesible al articularse en cinco grados de cualificación acumulables y ascendentes (A, B, C, D y E), que irán desde las "microformaciones" a los títulos de especialización.
 
Esta oferta modular que ofrecerá la FP tanto a estudiantes como a trabajadores les permitirá programar itinerarios formativos en función de sus expectativas y necesidades.

De esta forma, podrán construir "su itinerario profesional, conseguir un título de técnico o técnico superior bien sea matriculándose de estos estudios directamente, o sumando formaciones más pequeñas hasta completar todas las necesarias del ciclo formativo", señala Ricard Guillem, coordinador territorial de la zona este de CaixaBank Dualiza. Esto facilitará que cada ciudadano vaya adquiriendo formación entre los distintos itinerarios que plantea la FP, "que sumará a su ‘mochila' formativa, y quedará registrada en el Registro Nacional de Formación Profesional que plantea la ley", añade.
 
Asimismo, contar con un sistema integrado de FP hará "que el empleador perciba más transparencia y que el empleado vea más claras las opciones formativas que tiene", explica por su parte Fernando Manzano, director de Formación Profesional de Jesuïtes Educació en declaraciones a Educaweb.
 
Luis García, presidente de FPEmpresa, también considera positivo que la nueva ley profundice e integre los sistemas de empleo y educación. "Anteriormente, otras leyes contemplaron esta integración; en cambio, el articulado de la actual ley es uno de los elementos clave para que funcione. No podemos distinguir una formación para el empleo y otra para la educación, ya que deben estar integradas y servir a los ciudadanos para esa formación a lo largo de la vida", apunta.
 

2. Con la nueva norma, la formación dual se amplía

La nueva ley permitirá acercar más la Formación Profesional al mundo laboral, ya que se pondrá en práctica la modalidad de formación profesional dual, adaptada al tejido productivo de cada territorio, lo que permitirá a los estudiantes realizar gran parte de su formación en las empresas.
 
Esto ayudará al estudiantado a "conectar desde el primer momento con las tecnologías más novedosas utilizadas en la empresa, y, por tanto, revertirá en su cualificación profesional. De ahí que la generalización de la enseñanza dual la veamos como algo positivo en la consecución de este objetivo", señalan desde la Asociación de Profesorado de Enseñanza Secundaria y Superior de Formación Profesional (APESS-FP).
 
En concreto, los estudiantes que alcancen un certificado o título de grado C y D, lo equivalente a un certificado profesional o bien a un ciclo formativo de grado básico, medio y superior, respectivamente, pasarán más del 20% de su formación en una compañía. De esta manera, se aumentan las horas de prácticas en empresas y estas estarán más implicadas en el diseño de la formación y la evaluación del alumnado.

"Con esta propuesta de dual, se implica a la empresa en la formación, se potencia la cooperación de los centros educativos con el sector empresarial y se alcanza una formación más conectada con la realidad laboral", indica Guillem, de CaixaBank Dualiza.

Este punto es un acierto, pero también un desafío, coindicen las fuentes consultadas, ya que la norma contempla dos regímenes de oferta de formación dual: una formación profesional general en la que el 20% del aprendizaje se realice en una empresa sin vinculación contractual; así como una formación profesional intensiva, donde el 30% del aprendizaje del alumno se realice en el entorno empresarial y con un contrato.
 
Esto supone para los centros formativos y empresas la creación de figuras que colaboren y faciliten la asociación centro-empresa, por lo que habrá que reforzar y redefinir la relación de los centros formativos con las empresas de su entorno, coinciden diversas fuentes.
 

3. La nueva ley de FP facilita la acreditación de competencias profesionales

Uno de los aspectos positivos de la nueva ley, según diversas fuentes consultadas, es que con ella se facilita la acreditación de competencias profesionales de las personas, de manera que, si no cuentan con una titulación oficial que acredite la experiencia obtenida a lo largo de los años, puedan conseguirla fácilmente a través de un procedimiento administrativo permanente.
 
Esto beneficiará principalmente "a la parte de la población activa que no posee cualificación o que, a pesar de tener adquiridas competencias profesionales, no las tiene acreditadas. Esta ley diseña un modelo mediante el cual se quiere facilitar el acceso a la acreditación de las competencias profesionales y en consecuencia cubrir toda la demanda de empleo destinado a niveles intermedios de cualificación", explica Vladimir Carbonell Monterde, responsable de FP en MasterD.
 

4. Se otorga mayor importancia a la orientación profesional

La provisión de orientación profesional es uno de los objetivos clave del sistema de formación profesional, según la nueva ley, que aborda el proceso de orientación "como un servicio de acompañamiento obligado al del aprendizaje a lo largo de la vida".

La recién aprobada norma incluye un capítulo con ocho artículos dedicados a la orientación profesional. En ellos se define el contenido y alcance de la orientación, su cometido, las condiciones de prestación, su estrategia general, la cooperación y coordinación del servicio, protocolos de actuación y modalidades de presentación del servicio, organización, y un apartado sobre los profesionales de la orientación.
 
Diversas entidades y expertos en educación y formación coinciden en que es un acierto de la norma le otorgue mayor importancia a la orientación profesional.  
 
"Me parece relevante el hecho de que la ley integra, junto a las ofertas de formación profesional, la orientación profesional y la acreditación de competencias adquiridas por la experiencia laboral u otras vías no formales. Y es que es evidente que una buena orientación es un factor clave de éxito en las perspectivas laborales de las personas", asegura Fernando Manzano, director de Formación Profesional de Jesuïtes Educació.
 

5. La nueva ley acercará aún más la FP a las necesidades de las empresas

Para el director del Departamento de Educación y formación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Carlos Tejeda, la nueva ley "recoge propuestas que históricamente se vienen trasladando desde el ámbito empresarial para acercar aún más la FP a las necesidades del tejido productivo".
 
Tejeda asegura que el mundo empresarial confía en que la nueva norma reduzca "el alejamiento entre el mundo académico y el empresarial existente". También espera que la ley permita disminuir el paro juvenil en menores de 25 años, del 30,7% en el cuarto trimestre de 2021, y que las empresas puedan incorporar el talento que necesitan, cuando actualmente el 55% de ellas "tiene dificultades para encontrar trabajadores con la formación adecuada a sus necesidades", añade.
 

Los desafíos a los que se enfrentan los centros de FP con la nueva ley

La mayoría de las fuentes consultadas considera que los retos principales de la nueva ley de FP se centran en su implementación, y en realizar "la reforma de la normativa para que los centros tengan la autonomía y la flexibilidad necesaria para implementar este sistema complejo que implica a las escuelas, ciudadanos, servicios de información y empresas", sostiene Luis García, presidente de FPEmpresa.
 
Con él coincide Ricard Guillem, coordinador territorial de la zona este de CaixaBank Dualiza, quien considera que, el principal desafío de la nueva ley "es el desarrollo normativo, tanto estatal como autonómico, y la asignación de recursos".
 
Otros representantes de entidades, sindicatos y profesorado consultados por Educaweb comparten su opinión respecto a algunos de los desafíos a los que se enfrentan tanto docentes como centros educativos para poder llevar a la práctica la nueva norma. 
 

1. Más inversión y recursos para la orientación y la nueva FP

La nueva ley le otorga mayor importancia a la orientación profesional, pero las fuentes consultadas consideran que para ofrecerla a la ciudadanía se necesitan más recursos y que esta llegue a diferentes públicos, más allá de la FP, como por ejemplo al alumnado, familias y profesorado de secundaria.
 
Y es que actualmente "existe mucho profesorado de la ESO y Bachillerato que no es consciente de todas las posibilidades y caminos que ofrece la FP, de manera que con estos cambios normativos se nos abre la oportunidad, o mejor dicho la necesidad, de ofrecerle una orientación para que desde su posición pueda contribuir a hacer posibles los objetivos de la ley", sostiene Fernando Manzano, director de Formación Profesional de Jesuïtes Educació.
 
Por su parte, Luis García, director de FPEmpresa, sostiene que las administraciones deben aportar recursos para establecer un sistema de orientación integral y que abarque "desde las etapas iniciales educativas hasta los sistemas de empleo, instituciones, ayuntamientos y comunidades autónomas que, teniendo en cuenta las necesidades de los ciudadanos, hagan esa labor de orientación y de información".
 
Si la orientación se realiza de manera adecuada puede ser el mejor de los instrumentos para cumplir con los objetivos de la nueva ley, aseguran diferentes fuentes. "No basta con exponer las vías de formación y acreditación a través de documentos promocionales, sino que es un trabajo de profundo conocimiento del sistema y mercado profesional, personalizado a cada caso y con los recursos adecuados para ofrecer un servicio de orientación profesional eficaz", expresa por su parte Vladimir Carbonell Monterde, responsable de FP en MasterD.
 

2. Llevar a la práctica la generalización de la formación dual

Uno de los principales desafíos de la nueva ley es llevar a la práctica la formación dual e implicar al mayor número de empresas en esta tarea, coinciden diferentes fuentes, lo cual no será fácil.
 
"A mi modo de ver es imprescindible flexibilizar el grado de implicación y facilitar el contacto entre empresa y centro educativo", indica Fernando Manzano, director de Formación Profesional de Jesuïtes Educació.
 
Reforzar y redefinir la relación de los centros formativos con las empresas de su entorno es otro reto , que participarán más e implicarán en la formación de estudiantes en el nuevo modelo de dual y al mismo tiempo enviarán a sus trabajadores al centro educativo o formativo, para orientarles profesionalmente, formarles o acreditar su experiencia laboral.

Asimismo, en la nueva ley hay cuestiones que no quedan a resueltas respecto al carácter dual que tendrá toda la FP. Según el director del Departamento de Educación y formación de CEOE, Juan Carlos Tejeda "la obligatoriedad de concretar la relación entre la persona en formación y la empresa únicamente mediante un contrato laboral de formación en la FP intensiva, eliminándose la posibilidad del actual sistema de becas, dificultará la incorporación de empresas y administraciones a esta modalidad dual".
 

3. Incrementar las plazas de FP en función de las necesidades empresariales

Otro desafío de la nueva ley es que se incremente el número las plazas de FP acorde a las necesidades de las empresas. Al respecto, el director de Formación Profesional de Jesuïtes Educació, Fernando Manzano, señala que "la oferta académica de FP necesariamente debe de ir acompañada de las necesidades del mercado laboral, de nada nos sirve formar alumnos que luego no tienen posibilidades de encontrar trabajo. Se ha de estudiar bien el tejido empresarial de cada zona y generar un mapa de necesidades académicas para esas empresas".
 

4. Dotar de más recursos a los centros y profesionalizar su gestión

El incremento de plazas de FP debe acompañarse "con la ampliación de plantillas de profesorado de FP", sostiene Guillem, coordinador territorial de la zona este de CaixaBank Dualiza, quien también aboga por que se asignen recursos a los centros para llevar a cabo los retos que la nueva ley supone para ellos.

El experto también añade "que es importante profesionalizar la gestión de los centros que impartirán la oferta única de formación profesional, acreditarán competencias y ofrecerán los servicios de orientación".
 

5. Mejorar el sistema de formación del profesorado y aumentar recursos docentes

Entre los retos de la nueva ley se encuentra mejorar las opciones formativas de los docentes de FP, según fuentes consultadas. "Necesitamos que los profesores estén actualizados y tengan una relación estrecha con los sectores productivos y tecnológicos", explica al respecto García, presidente de FPEmpresa, quien también aboga por actualizar el sistema de selección y de gestión de los docentes de FP.
 
Asimismo, considera que es necesaria "una inversión suficiente junto al incremento de los recursos económicos y humanos por parte de las administraciones".
 
Al respecto, el profesorado de FP con titulación universitaria de la APPESS-FP indica que las administraciones educativas deben "poner los medios adecuados para que estas actualizaciones sean asequibles ante este reto" de formar al profesorado y aumentarlo.

¿Qué otros desafíos comporta la recién aprobada norma de FP? Te invitamos a compartir tus reflexiones a través de un comentario.