Incrementar la oferta formativa en la modalidad a distancia y mejorar la orientación hará que más mujeres se incorporen a la FP, sostiene Josep Lluis Segú, director general de Educaweb y director del Observatorio Educaedu de la Formación
osep Lluis Segú es director general de Educaweb y del Observatorio Educaedu de la Formación, cuyo objetivo es analizar y ofrecer información relevante y fiable sobre el sector de la formación en España.
En esta entrevista, Segú comparte su opinión sobre el crecimiento de la FP, sus retos y sus perspectivas de futuro, basándose en el análisis que ha realizado el Observatorio en base a datos oficiales e información de las búsquedas de los usuarios de los portales del Grupo Educaedu, y que se puede consultar en la newsletter más reciente de esta iniciativa.
¿Qué factores cree que explican el crecimiento de la Formación Profesional?
El crecimiento de la Formación Profesional se explica principalmente por los cambios experimentados en el mercado laboral. Diversos informes y analistas de organismos internacionales y nacionales aseguran que los titulados de FP cada vez son más demandados por las empresas.
La nueva ley de FP, que ha apostado por promover un sistema integrado de Formación Profesional, que une la FP inicial y la formación del trabajo en un mismo sistema, también ha contribuido a que esta opción formativa cuente con más adeptos.
Además, desde la orientación académica y profesional que se ofrece en la ESO se le va otorgando una mayor importancia a la FP. También hay una mayor difusión en los medios de comunicación, instituciones y empresas. El prestigio de la FP está creciendo en la sociedad.
Otra de las fortalezas de la FP, que inciden en su crecimiento en matriculaciones, es que son estudios que destacan principalmente por ser prácticos, flexibles y que ponen en contacto al alumnado con el tejido empresarial. Además, las vías para acceder a esta formación son variadas y flexibles.
¿Siguen existiendo prejuicios acerca de esta opción académica?
Sí. La Formación Profesional sigue arrastrando un estigma de segunda opción y queda mucho camino para equipararla en prestigio a la formación universitaria. Esta percepción está mucho más ligada a la FP de Grado Medio que a la de Grado Superior que tiene mayor reconocimiento en la sociedad.
Un informe reciente de CaixaBank Dualiza y Educar es todo señala que solo 2 de cada 10 familias desea que sus hijos estudien FP, y 6 de cada 10 cree que los universitarios tienen más oportunidades de empleo. En la práctica, en cambio, la inserción laboral durante los primeros años posteriores a la titulación es superior en los alumnos de FP que en los titulados universitarios. Además, el mismo estudio indica que el 77% cree que en España hay prejuicios hacia la FP.
Basándonos en los datos del Observatorio, ¿cómo cree que evolucionará la formación online en los próximos años?
Los datos del Observatorio Educaedu de la Formación son retrospectivos y, cómo tales, no nos permiten estimar el comportamiento futuro del alumnado. Sin embargo, viendo la evolución de la demanda en los últimos años y la mayor preocupación del alumnado por la empleabilidad, nuestra estimación es que la Formación Profesional va a seguir creciendo de forma agregada (presencial y online) durante los próximos años. También prevemos que la proporción de estudiantes que escogerán la FP online será cada vez mayor sobre todo en la Formación Profesional de Grado Superior.
Dicho esto, cabe recordar que la Formación Profesional es muy diversa y cuenta con 26 familias profesionales muy diferentes entre sí. Los tres programas de FP más buscados durante 2022 en la modalidad online han sido los de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, Técnico en Farmacia y Parafarmacia, y Técnico en Educación Infantil.
Podéis encontrar más datos en el Observatorio Educaedu de la Formación.
¿De qué manera se notó la pandemia en el impulso de la modalidad online, y cómo ha sido su evolución desde entonces?
La pandemia tuvo diferentes fases que se correspondieron con diferente comportamiento del alumnado. En una primera fase, la población estimó que el impacto de esta sería corto y, por tanto, las búsquedas desde marzo de 2020 hasta septiembre del 2021 fueron mayoritariamente de programas presenciales. En agosto de 2022 se produjo el cambio de tendencia hacia una mayor búsqueda de programas de FP online, que se mantiene hasta diciembre del 2022. En resumen, la crisis sanitaria ha cambiado el comportamiento de los usuarios una vez superada, más que durante la pandemia misma.
¿Qué factores marcan la diferencia de una buena educación online?
La modalidad online de la FP presenta grandes ventajas para muchos alumnos. Permite conciliar mejor el estudio con la vida profesional y personal. También facilita que cualquier alumno, resida donde resida, pueda acceder a la amplísima oferta de titulaciones de FP disponibles. En este sentido, democratiza la Formación Profesional al no estar el alumnado condicionado por la oferta de titulaciones de los centros que están próximos a su domicilio. Estos dos factores deberían estimular/justificar que la administración educativa hiciera una apuesta contundente hacia la Formación Profesional online de calidad.
Dicho esto, es cierto que la Formación Profesional online requiere de un mayor nivel de compromiso y resiliencia por parte del alumnado por no tener el apoyo presencial permanente de profesores y tutores ni el apoyo emocional que representa formar parte de un grupo clase.
Algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta al seleccionar el centro de estudio son:
¿A qué se debe la brecha de género existente a la hora de elegir estudios de FP? ¿Es esta una consecuencia directa de sesgos más generales o también, al menos en parte, se debe a una inclinación más natural de ambos géneros hacia determinados campos de estudio?
Así como el nivel educativo y la ocupación de las familias de los estudiantes son factores determinantes en las aspiraciones profesionales de los jóvenes, los estereotipos de género también lo son.
Algunas mujeres no eligen determinados estudios porque creen que se les tachará de poco femeninas; y al revés, algunos hombres descartan determinadas profesiones por percibirlas como poco masculinas. A partir de los 6 años, las chicas son menos propensas a asociar la inteligencia o genialidad a su género y tienden a evitar actividades que requieren ser brillantes (Bian et. al, Gender stereotypes about intellectual ability emerge early and influence children's interests, 2017).
Los estereotipos de género son aún condicionantes muy importantes al elegir unos estudios. El trabajo de los orientadores, los educadores y las familias es contribuir a que los jóvenes tomen sus decisiones de proyecto de vida profesional basadas en sus intereses y capacidades con la mayor libertad. Esto se consigue desde la educación, tanto en los centros educativos como en el círculo familiar. Hacen falta materiales educativos libres de condicionantes de género, más visibilidad de las referentes mujeres en todos los sectores y estudios.
¿Cómo se puede combatir esta brecha de género, y desde qué ámbitos?
Diseñar políticas para combatir la brecha de género tanto en la FP como en los estudios universitarios es responsabilidad de las administraciones que deben contar con la colaboración de los diferentes agentes, desde el propio sistema educativo y las familias hasta las empresas y los medios de comunicación.
Algunas de las acciones que se pueden realizar desde la orientación, por ejemplo:
¿Qué evolución ha tenido la brecha de género en los estudios de FP en los últimos años?
Uno de los objetivos que el Ministerio de Educación y Formación Profesional expone en su informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM, es reducir la brecha de género existente en el acceso a determinados perfiles profesionales, muy evidente en la Formación Profesional, donde hay especialidades "absolutamente feminizadas", frente a otras, específicamente las STEAM, "muy masculinizadas".
Particularmente en la Formación Profesional ha habido un descenso de mujeres en los últimos años en familias profesionales como Informática y Comunicaciones, donde ellas constituyen solo el 10% del total del alumnado matriculado. La brecha se ensancha cuando se compara la evolución en las matriculaciones a lo largo del tiempo y se comprueba que la presencia de alumnas está disminuyendo cada año en esta familia profesional: ellas constituían el 23,5 % en FP de Grado Medio en el curso 2003-2004, frente al 7,03 % en el 2019-2020. En Grado Superior han pasado de ser el 24,44 % en 2003-2004 al 10,18 % en el último curso analizado.
Sin embargo, en los ciclos formativos de Formación Profesional vinculados a la salud y los cuidados la presencia de mujeres aumenta. Las alumnas son mayoría en ciclos formativos de Sanidad (el 77,68 % en Grado Medio y el 76,02 % en Grado Superior), aunque, en los de la familia profesional de Química (el 56,48 % en Grado Medio y el 51,87 % en Grado Superior), el porcentaje de hombres y mujeres es más equilibrado. Además, las alumnas son también mayoría en FP de Grado Medio en la familia de Industrias Alimentarias.
Entre todos los ciclos de Formación Profesional hay algunas familias profesionales en que la presencia de mujeres es muy minoritaria, e incluso, lejos de reducirse la brecha entre géneros, esta ha aumentado. A continuación, expongo dos ejemplos en la FP Grado Medio y FP Grado Superior:
¿Qué objetivos sería razonable alcanzar a medio y largo plazo, respecto a esta brecha de género? ¿Se trata de alcanzar porcentajes similares para ambos géneros en todas las ramas de estudio, o no necesariamente?
No. No se trata de alcanzar porcentajes similares para ambos géneros en todos los estudios y profesiones. Se trata de que cada persona pueda diseñar su proyecto de vida profesional con la mayor libertad posible y basándose en sus intereses, sus capacidades, sus expectativas y con la información necesaria de la oferta formativa existente y del mercado de trabajo.
En definitiva, con una buena orientación académica y profesional que acompañe al estudiante a elegir con los mínimos condicionantes o barreras posibles. Somos conscientes que los condicionantes de género tienen una presencia social muy extendida y que va a ser difícil obtener cambios significativos en el corto plazo. De hecho, lejos de mejorar, la situación está empeorando en muchas profesiones. Así pues, un objetivo razonable a corto plazo es conseguir que deje de empeorar y que cada vez más estudios y profesiones se vean libres de estos condicionantes a la hora de ser seleccionados por el alumnado.
En esta entrevista, Segú comparte su opinión sobre el crecimiento de la FP, sus retos y sus perspectivas de futuro, basándose en el análisis que ha realizado el Observatorio en base a datos oficiales e información de las búsquedas de los usuarios de los portales del Grupo Educaedu, y que se puede consultar en la newsletter más reciente de esta iniciativa.
¿Qué factores cree que explican el crecimiento de la Formación Profesional?
El crecimiento de la Formación Profesional se explica principalmente por los cambios experimentados en el mercado laboral. Diversos informes y analistas de organismos internacionales y nacionales aseguran que los titulados de FP cada vez son más demandados por las empresas.
La nueva ley de FP, que ha apostado por promover un sistema integrado de Formación Profesional, que une la FP inicial y la formación del trabajo en un mismo sistema, también ha contribuido a que esta opción formativa cuente con más adeptos.
Además, desde la orientación académica y profesional que se ofrece en la ESO se le va otorgando una mayor importancia a la FP. También hay una mayor difusión en los medios de comunicación, instituciones y empresas. El prestigio de la FP está creciendo en la sociedad.
Otra de las fortalezas de la FP, que inciden en su crecimiento en matriculaciones, es que son estudios que destacan principalmente por ser prácticos, flexibles y que ponen en contacto al alumnado con el tejido empresarial. Además, las vías para acceder a esta formación son variadas y flexibles.
¿Siguen existiendo prejuicios acerca de esta opción académica?
Sí. La Formación Profesional sigue arrastrando un estigma de segunda opción y queda mucho camino para equipararla en prestigio a la formación universitaria. Esta percepción está mucho más ligada a la FP de Grado Medio que a la de Grado Superior que tiene mayor reconocimiento en la sociedad.
Un informe reciente de CaixaBank Dualiza y Educar es todo señala que solo 2 de cada 10 familias desea que sus hijos estudien FP, y 6 de cada 10 cree que los universitarios tienen más oportunidades de empleo. En la práctica, en cambio, la inserción laboral durante los primeros años posteriores a la titulación es superior en los alumnos de FP que en los titulados universitarios. Además, el mismo estudio indica que el 77% cree que en España hay prejuicios hacia la FP.
"La Formación Profesional sigue arrastrando un estigma de segunda opción y queda mucho camino para equipararla en prestigio a la formación universitaria".
Basándonos en los datos del Observatorio, ¿cómo cree que evolucionará la formación online en los próximos años?
Los datos del Observatorio Educaedu de la Formación son retrospectivos y, cómo tales, no nos permiten estimar el comportamiento futuro del alumnado. Sin embargo, viendo la evolución de la demanda en los últimos años y la mayor preocupación del alumnado por la empleabilidad, nuestra estimación es que la Formación Profesional va a seguir creciendo de forma agregada (presencial y online) durante los próximos años. También prevemos que la proporción de estudiantes que escogerán la FP online será cada vez mayor sobre todo en la Formación Profesional de Grado Superior.
Dicho esto, cabe recordar que la Formación Profesional es muy diversa y cuenta con 26 familias profesionales muy diferentes entre sí. Los tres programas de FP más buscados durante 2022 en la modalidad online han sido los de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, Técnico en Farmacia y Parafarmacia, y Técnico en Educación Infantil.
Podéis encontrar más datos en el Observatorio Educaedu de la Formación.
¿De qué manera se notó la pandemia en el impulso de la modalidad online, y cómo ha sido su evolución desde entonces?
La pandemia tuvo diferentes fases que se correspondieron con diferente comportamiento del alumnado. En una primera fase, la población estimó que el impacto de esta sería corto y, por tanto, las búsquedas desde marzo de 2020 hasta septiembre del 2021 fueron mayoritariamente de programas presenciales. En agosto de 2022 se produjo el cambio de tendencia hacia una mayor búsqueda de programas de FP online, que se mantiene hasta diciembre del 2022. En resumen, la crisis sanitaria ha cambiado el comportamiento de los usuarios una vez superada, más que durante la pandemia misma.
Fuente: Datos internos del Grupo Educaedu. Porcentaje de búsquedas de ciclos de FP según su modalidad, online o presencial, de marzo de 2020 a diciembre de 2022.
¿Qué factores marcan la diferencia de una buena educación online?
La modalidad online de la FP presenta grandes ventajas para muchos alumnos. Permite conciliar mejor el estudio con la vida profesional y personal. También facilita que cualquier alumno, resida donde resida, pueda acceder a la amplísima oferta de titulaciones de FP disponibles. En este sentido, democratiza la Formación Profesional al no estar el alumnado condicionado por la oferta de titulaciones de los centros que están próximos a su domicilio. Estos dos factores deberían estimular/justificar que la administración educativa hiciera una apuesta contundente hacia la Formación Profesional online de calidad.
Dicho esto, es cierto que la Formación Profesional online requiere de un mayor nivel de compromiso y resiliencia por parte del alumnado por no tener el apoyo presencial permanente de profesores y tutores ni el apoyo emocional que representa formar parte de un grupo clase.
Algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta al seleccionar el centro de estudio son:
- Tutorización y acompañamiento. Uno de los factores diferenciales entre centros es la propuesta de tutorización y acompañamiento que se da al alumno como complemento a la formación online. Es importante preguntar por encuentros tutoriales o en grupo reducido para fomentar el sentido de pertenencia y facilitar la resolución de dudas.
- Contenidos y actividades especializados. La disponibilidad para el estudiante de materiales y metodologías de enseñanza-aprendizaje diseñadas específicamente para la modalidad online, las cuales permitan trabajar adecuadamente las competencias y habilidades que pueda requerir cada formación. Se deben aprovechar las grandes posibilidades que ofrecen las herramientas y medios digitales de forma especial en esta modalidad.
- Adaptación al grupo clase. Los contenidos y metodologías deben adecuarse a las necesidades de cada estudiante, con herramientas y actividades ajustables al nivel de comprensión y al manejo digital de los estudiantes. La modalidad online facilita que los contenidos puedan adaptarse al ritmo de cada alumno, y requieren de los centros un compromiso en este sentido.
- Evaluación digital. La propuesta de evaluación del centro debe ser adaptada a los medios digitales, claro, que permita una evaluación competencial de los estudiantes.
- Programas de on-boarding del nuevo alumnado. Durante los primeros meses de un programa online es cuando se produce el mayor porcentaje de abandonos. Un buen criterio para seleccionar un centro es que disponga de programas específicos de mentorización para el nuevo alumnado.
- Prácticas en empresas. Las prácticas en las empresas son un elemento clave de la Formación Profesional. Más aún para el alumnado de la modalidad online. Disponer de empresas comprometidas en las que los alumnos puedan acceder a prácticas en diferentes áreas geográficas es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los centros que ofrecen programas online. Por eso conviene asegurarse que el centro va a facilitar prácticas viables y de calidad en empresas del territorio del estudiante.
- Bolsa de trabajo. La incorporación rápida al mercado laboral es uno de los objetivos del alumnado de Formación Profesional. La cantidad y calidad de las ofertas de trabajo que publica un centro en su bolsa es un indicativo de la empleabilidad posterior por lo que es interesante revisarla antes de matricularse.
¿A qué se debe la brecha de género existente a la hora de elegir estudios de FP? ¿Es esta una consecuencia directa de sesgos más generales o también, al menos en parte, se debe a una inclinación más natural de ambos géneros hacia determinados campos de estudio?
Así como el nivel educativo y la ocupación de las familias de los estudiantes son factores determinantes en las aspiraciones profesionales de los jóvenes, los estereotipos de género también lo son.
Algunas mujeres no eligen determinados estudios porque creen que se les tachará de poco femeninas; y al revés, algunos hombres descartan determinadas profesiones por percibirlas como poco masculinas. A partir de los 6 años, las chicas son menos propensas a asociar la inteligencia o genialidad a su género y tienden a evitar actividades que requieren ser brillantes (Bian et. al, Gender stereotypes about intellectual ability emerge early and influence children's interests, 2017).
Los estereotipos de género son aún condicionantes muy importantes al elegir unos estudios. El trabajo de los orientadores, los educadores y las familias es contribuir a que los jóvenes tomen sus decisiones de proyecto de vida profesional basadas en sus intereses y capacidades con la mayor libertad. Esto se consigue desde la educación, tanto en los centros educativos como en el círculo familiar. Hacen falta materiales educativos libres de condicionantes de género, más visibilidad de las referentes mujeres en todos los sectores y estudios.
"El trabajo de los orientadores, los educadores y las familias es contribuir a que los jóvenes tomen sus decisiones de proyecto de vida profesional basadas en sus intereses y capacidades con la mayor libertad".
¿Cómo se puede combatir esta brecha de género, y desde qué ámbitos?
Diseñar políticas para combatir la brecha de género tanto en la FP como en los estudios universitarios es responsabilidad de las administraciones que deben contar con la colaboración de los diferentes agentes, desde el propio sistema educativo y las familias hasta las empresas y los medios de comunicación.
Algunas de las acciones que se pueden realizar desde la orientación, por ejemplo:
- La orientación académica y profesional supone una herramienta clave para promover entre el alumnado una toma de decisiones sobre su proyecto de vida y profesional libre de estereotipos. Una orientación académica y profesional que debe iniciarse mucho más temprano en el sistema educativo, desde la etapa de la Educación Primaria.
- Otra manera de combatir la brecha de género en la FP es fomentar la formación online e incrementar la oferta de esta modalidad a más ciclos. Según datos del Ministerio de Educación y FP, que citamos en la última newsletter del Observatorio Educaedu de la Formación, el porcentaje de mujeres que realizan FP a distancia es mayor que el de los hombres (65,7% en Grado Medio y 61,7% en Grado Superior).
Incluso en algunas familias profesionales donde la presencia de las mujeres es muy reducida en la modalidad presencial, en la FP online se incrementa significativamente su participación. Por ejemplo, en los ciclos formativos de grado medio de la familia Informática y Comunicaciones las mujeres suponen el 7,2% en la FP presencial, mientras que en la online representan el 14,2% en el curso 2021-2022, es decir, se duplica prácticamente su porcentaje.
- Desde los centros de formación y también desde las empresas se puede dar visibilidad a los logros de las tituladas de Formación Profesional de familias donde la presencia de las mujeres es mucho menor respecto a la de los hombres, como las familias profesionales industriales y tecnológicas (por ejemplo, en la familia Instalación y Mantenimiento ellas suponen solo el 2,3% en la FP de Grado Medio y el 4,5% en la FP de Grado Superior, según las últimas estadísticas del Ministerio de Educación del curso 2021-2022).
- Ofrecer incentivos para que más mujeres elijan la FP, especialmente ciclos del ámbito industrial y tecnológico, como podrían ser becas o ayudas.
¿Qué evolución ha tenido la brecha de género en los estudios de FP en los últimos años?
Uno de los objetivos que el Ministerio de Educación y Formación Profesional expone en su informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM, es reducir la brecha de género existente en el acceso a determinados perfiles profesionales, muy evidente en la Formación Profesional, donde hay especialidades "absolutamente feminizadas", frente a otras, específicamente las STEAM, "muy masculinizadas".
Particularmente en la Formación Profesional ha habido un descenso de mujeres en los últimos años en familias profesionales como Informática y Comunicaciones, donde ellas constituyen solo el 10% del total del alumnado matriculado. La brecha se ensancha cuando se compara la evolución en las matriculaciones a lo largo del tiempo y se comprueba que la presencia de alumnas está disminuyendo cada año en esta familia profesional: ellas constituían el 23,5 % en FP de Grado Medio en el curso 2003-2004, frente al 7,03 % en el 2019-2020. En Grado Superior han pasado de ser el 24,44 % en 2003-2004 al 10,18 % en el último curso analizado.
Sin embargo, en los ciclos formativos de Formación Profesional vinculados a la salud y los cuidados la presencia de mujeres aumenta. Las alumnas son mayoría en ciclos formativos de Sanidad (el 77,68 % en Grado Medio y el 76,02 % en Grado Superior), aunque, en los de la familia profesional de Química (el 56,48 % en Grado Medio y el 51,87 % en Grado Superior), el porcentaje de hombres y mujeres es más equilibrado. Además, las alumnas son también mayoría en FP de Grado Medio en la familia de Industrias Alimentarias.
Entre todos los ciclos de Formación Profesional hay algunas familias profesionales en que la presencia de mujeres es muy minoritaria, e incluso, lejos de reducirse la brecha entre géneros, esta ha aumentado. A continuación, expongo dos ejemplos en la FP Grado Medio y FP Grado Superior:
- En la FP de Grado Medio, en la familia de Imagen y Sonido, ha habido bastante igualdad de género desde el curso 2000-2001 hasta el 2012-2013, hasta que a partir del curso 2013-2014 la cifra de chicas matriculadas comenzó a diferenciarse de la de los chicos, descendiendo de forma acusada mientras que la matriculación de sus compañeros fue in crescendo. Así en el último curso analizado (2019-2020) había 932 alumnas frente a 3.197 alumnos, como se puede ver en el siguiente gráfico sobre la evolución del alumnado matriculado en esta familia profesional, en la modalidad presencial, del curso 2000-2001 al 2019-2020.
Fuente: Informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM (2022), elaborado por el equipo de la Unidad de Igualdad del MEFP.
- Si observamos qué sucede en la FP de Grado Superior, encontramos familias profesionales en las que también ha aumentado la brecha de género, aunque el número de alumnas se incremente un poco. Por ejemplo, en la familia de Transporte y Mantenimiento de Vehículos, ellas constituyeron en el curso 2019-2020 el 4,09% del alumnado total, frente al 95,91% de sus compañeros hombres, lo que implica una diferencia de 91,82 puntos porcentuales y confirma la brecha de género que se presenta en este itinerario formativo. Así se puede constatar en el siguiente gráfico que refleja la evolución del alumnado matriculado en esta familia por sexo, del curso 2000-2001 al 2019-2020.
Fuente: Informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM (2022), elaborado por el equipo de la Unidad de Igualdad del MEFP.
¿Qué objetivos sería razonable alcanzar a medio y largo plazo, respecto a esta brecha de género? ¿Se trata de alcanzar porcentajes similares para ambos géneros en todas las ramas de estudio, o no necesariamente?
No. No se trata de alcanzar porcentajes similares para ambos géneros en todos los estudios y profesiones. Se trata de que cada persona pueda diseñar su proyecto de vida profesional con la mayor libertad posible y basándose en sus intereses, sus capacidades, sus expectativas y con la información necesaria de la oferta formativa existente y del mercado de trabajo.
En definitiva, con una buena orientación académica y profesional que acompañe al estudiante a elegir con los mínimos condicionantes o barreras posibles. Somos conscientes que los condicionantes de género tienen una presencia social muy extendida y que va a ser difícil obtener cambios significativos en el corto plazo. De hecho, lejos de mejorar, la situación está empeorando en muchas profesiones. Así pues, un objetivo razonable a corto plazo es conseguir que deje de empeorar y que cada vez más estudios y profesiones se vean libres de estos condicionantes a la hora de ser seleccionados por el alumnado.
* Algunas de las respuestas de esta entrevista planteada por El País a Josep Lluis Segú forman parte de un reportaje publicado por este medio sobre la brecha de género en la FP.