Una mujer lidera las oposiciones de Policía Local en Salamanca

De las 17 personas aptas para el puesto de funcionario del Ayuntamiento de Salamanca, hasta siete son mujeres 

Ya hay nombres para las nuevas plazas de agentes de la Policía Local del Ayuntamiento de Salamanca, entre las que se encuentran siete mujeres, una de ellas con la mejor calificación de la lista. Según se publica en el Boletín Oficial de la Provincia, 17 personas entran a formar parte del cuerpo de la Policía Local, con fecha de efectos «la de la toma de posesión».

Estos 17 nuevos policías, ya han pasado por la academia, mientras que los otros tres que completan las 20 plazas convocadas son agentes de movilidad. Es decir, ya tomaron posesión en su momento al venir de otros puntos del territorio nacional, sin ser necesaria su entrada en la academia.

En concreto, de los casi 20 nombres ofrecidos, siete son mujeres, una muestra de la cada vez mayor igualdad que exise en los cuerpos y fuerzas de seguridad. Fue el pasado mes de abril cuando tomó posesión la primera mujer bombero de la historia de Salamanca, un hecho inédito que representaba una de las 15 plazas ofertadas por el consistorio.

También habló sobre esta situación, Verónica, encargada de VioGén en Salamanca, del seguimiento de las víctimas de violencia de género y sus fijos o familiares, en una entrevista con Salamancahoy. Afirmaba que en su día a día, trabajaba en «igualdad de condiciones», pese a que dentro del grupo cuatro, el grupo de atención a personas -mujeres, menores o personas con problemas de salud mental- hay más mujeres. Aún así, «en todos los puestos de la Policía Local hay mujeres».

 

Del dicho al hecho dicen que hay un trecho y pese a que sus condiciones son las mismas que las de sus compañeros a la hora de ejercer y salir a la calle, en ocasiones, el machismo sale a la luz. Con ropa de trabajo, las miradas son de sorpresa o incluso inquisidoras: «Cuando trabajaba de uniforme o motorista, se extrañaban y te miraban como... '¡mira una mujer policía!' o cuando vamos dos mujeres juntas. Cada vez menos, pero sí hay gente». ¿Y a la hora de dar órdenes? «No».